sábado, 25 de enero de 2014

LA MUERTE


La muerte es un proceso terminal que consiste en la extinción del proceso homeostático de un ser vivo y, por ende, concluye con el fin de la vida. El proceso de fallecimiento -aunque está totalmente definido en algunas de sus fases desde un punto de vista neurofisiológico, bioquímico y médico-, aún no es del todo comprendido en su conjunto desde el punto de vista termodinámico y neurológico y existen discrepancias científicas al respecto. Adicionalmente no se ha definido científicamente en qué parte del proceso está el umbral en que se pasa de la vida a la muerte.La muerte poco a poco se ha ido intelectualizando. El concepto de eternidad, de trascender la muerte, de un no aceptar la muerte física es una constante de todas las culturas, de todas las épocas y que nos influye en nuestra cotidianeidad. Los muertos siguen formando parte de nuestra vida activa en cuanto los recordamos. La conservación de las tumbas, de los cuerpos, de las figuras de los seres que ya no están con nosotros siguen marcando la presencia de alguien que no está, pero que se encuentra presente. Lo que en realidad vivimos es la muerte del otro. Vivimos un hecho externo a nosotros mismos; vivimos la falta de ese interlocutor, pero no la muerte en sí de ese interlocutor; vamos a vivir las consecuencias que va a tener para nosotros la no existencia del otro, pero no vamos a experienciar su muerte.

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